...hoy, o mañana.

No escapo de la espiral, infinita, símbolo de tantos significados...compañera de algunas almas que miran hacia fuera solo desde mis ojos.

Y en la misma habitación, dos camas. La del pasado, y la del presente. Aderezado con el susurro mas fanático, el experimento de una bipolaridad llega al oído. Unas ganas de estar, otras de desaparecer.

Maldito el lugar, el destino, que nos fuerza a veces a enfrentar aquello que sabe escribimos hace tiempo en nuestra lista de cosas que detestamos.

Uno no sabe cuales son las normas a seguir, el manual no está escrito; encarar aquello o huir. ¿Cuál es la respuesta correcta?

Quiere uno desaparecer del mundo pero.....existen demasiadas conexiones. No se si es posible romperlas todas, quedarte sin cables unidos al cuerpo, desnudo y suelto.


Mañana será otro día, eso sin duda. Si fuera el mismo lo cambiaría, y volvería a ser otro día distinto. No hay duda de que mañana será otro día. 
Éste ya me ha traído suficientes sensaciones, de todos los colores posibles. Y solo sé que en cada uno de ellos siembro una semilla que recogeré cuando esté madura la planta. Hoy mismo recogí cebada, trigo y malta. Y mañana lo volveré a hacer, sin saber, de que sabor será la cerveza que me dará.