Nace la luz, y vienen al respirar; descalzos, entrando sin permiso en los recuerdos, lejanos, olvidados.
Un brillo que se enciende, de sensaciones. Iluminado quedas al rozar su cuello, de sonidos y voces. De llantos sin abrazos, de sollozos sin lágrimas que subieron y bajaron para desaparecer otra vez.
Este calor, de algo sin nombre que nos mece con amor.
Te quiero, como tu piensas que lo hago, y también de la forma que crees que es imposible. Porque a veces algo es tan sencillo que pasa desapercibido.
Y quería abrazarte, y decirte que yo si te quería. No es tu culpa, es la forma, el paisaje, que no tiene brisa. Pero es algo pasajero, un ahogo, un parpadeo; una sustancia falta en esta fragancia. Pero tranquila, volverá, como vuelvo a respirar y a mirar y a conocerte.
Quería consolarte, pues aquella sombra que tapa tu luz no te dejaba sonreír, y lo notaba en tu sonrisa, no podía hacer nada más que abrazarte y rogar no entrar dentro de aquél hueco que te faltaba, pues en un segundo, unos ojos se vuelven mares, y no se nadar.
"No quiero dejarte, porque me importas".
Palabras con sentido al fin, que no se revelan de otra forma, pues no existe lo metafórico de la verdad.
"...pues en un segundo, unos ojos se vuelven mares, y no se nadar."
ResponderEliminarBonita frase. No sé cómo no te has dedicado antes a escribir. Si publicas algo, quiero ser tu agente xD
Jaja gracias mujer!
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