viernes, 9 de agosto de 2013

...tú, titan.

Ostentoso. El titan que habitó por siempre detrás del corazón. Agarrándolo, apretándolo.

De unos más fuertes que de otros. 
Su último motivo es salir afuera, desde dentro.

Centro de miradas a su paso, demoledor, marcando huella donde quiera.
Sueña con enamorar de una mirada, ser admirado por pequeños, y respetado por enemigos.

Realmente no necesita conseguir un beso, quizás ni lo quiera, pero debe de ser capaz de sentir el deseo en los ojos del otro, a su paso.

Vive dentro de todos. Colocado con tu número de serie. Ya nos olvidamos de él.

Nos ha enseñado a no preguntarnos nunca porqué debemos de ir elegantes. Nos ha enseñado a vivir con la necesidad de algo que a veces admitimos innecesario.

Y en ocasiones rehusamos de él, abiertamente, como algo que se debe hacer. Y por la noche, lo volvemos a sentir, apretando, sin darnos cuenta. Pues la fuerza la hemos sentido tantas veces que ya no nos duele. Pero nos controla. Porque sabe, que existen otros como él, dentro de cada corazón andante, jugando al mismo juego.

La imagen del espejo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario